domingo, 26 de septiembre de 2010

fetos aeróbicos

la utópica pregunta biológica dio lugar al pequeño teatrín. Las mentes siniestras, estúpidas o simplemente trastornadas por el bicho de la idea falsa de la borboteante creatividad juvenil. qué se puede hacer ahora cuando ya estamos a punto de saltar el trampolín, sin ningún flotador a la vista (que por cierto rima con bañista). estresados por el sentido del nuevo género humano creado, esperemos que llegue a nacer. espero personalmente que nazca por cesárea…mis disculpas al filósofo y al lingüista si se sienten decepcionados; pero seamos realistas, como prósperos letrados les digo que es suficientemente pesado llevarlo en la panza.

no creamos a un pequeño mostrillo al cual dejaremos vagando por el mundo. no. Nuestros fetillos nacerán libres en el pequeños espacio de libertad que le pueden brindar nuestros lapiceros, nuestro lápiz o siendo más consiente de nuestra precaria situación económica; nuestra sangre.

¿quién será el padre y quién será la madre?, eso lo discutiremos más tarde.

solo les digo que no miren a mis pequeñas tetillas como alimento. innovemos un poco y sirvámosle las frases de wittgenstein en un biberón filósofo con un poco de papilla goethiana y, para cuidar que no se embarre, que mejor que un buen babero verastiano.

2 comentarios:

  1. Aquí va la primera: "Wovon man nicht sprechen kann, darüber muss man schweigen."

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  2. Una madre que se va, unos padres que quedan solos, que tornase anaeróbicos por falta de madre. ¿Es el fin? ¿Es el comienzo para algo nuevo? ¿Cuánto es la separación entre el nacimiento y la muerte, entre lo idílico y lo profano?

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